La sostenibilidad se está convirtiendo cada vez más en un tema de primer nivel para las empresas. De hecho, las políticas dirigidas a una transición verde liderada al más alto nivel en Europa han hecho que la participación no solo sea deseable sino obligatoria.

Los cambios legislativos fundamentales han estado en vigor desde 2018, lo que exige que las empresas sean más transparentes y deben brindar transparencia al mercado y posiblemente a los grupos de interés en asuntos ambientales y sociales.

En noviembre de 2018, el Real Decreto por el que se convierte la Directiva Europea de Información no Finance and Diversity ha sido responsable de sentar las bases para los informes anuales de sostenibilidad obligatorios. Los requisitos para convertir un trámite en una obligación empresarial se limitan a tres factores: ingresos, número de trabajadores y sede social.

Requisitos para la obligatoriedad del informe de sostenibilidad anual empresarial:

• Empresas que superan los 500 trabajadores o que empleen durante dos ejercicios consecutivos a una medida de 250 empleados.
• Tengan una cifra de negocio mayor a los 40 millones de euros o sus partidas de activos registran cifras superiores a los 20 millones de euros
• Empresas que tengan una sede matriz en algunos de los países que forman el espacio comunitario.

Requisitos que deben incluirse en el informe de sostenibilidad:

• Los resultados obtenidos y los riesgos detectados en las cuestiones relacionadas con el medio ambiente
• Los objetivos alcanzados y las amenazas que se hayan considerado en lo relacionado con el apartado social – tanto a nivel interno como externo -.
• Cuestiones que tienen que ver con los Derechos Humanos, así como detalles de los suministros de minerales en zonas de conflicto, e información relativa a la lucha contra la corrupción y los sobornos.

Requisitos a tener en cuenta:

• Especial atención al apartado del medioambiente
• La diversidad e igualdad son también perceptiva en el informe de sostenibilida